Rusia zarista y Rusia revolucionaria


Primero fue una Rusia imperial, de zares, incluso feudal. Luego, una Rusia revolucionaria, comunista, austera. Mientras las grandes potencias destilaban aires de liberación y aptitudes abiertas a la política y a la economía, el gran territorio de Rusia, puente entre los continentes europeo y asiático, aún se encontraba en la Edad Media en pleno siglo XIX. El imperio ruso era un estado inmenso, gobernado de forma absolutista por los zares, que concentraban todos los poderes. El zar Alejandro I había emprendido algunas reformas liberalizadoras a comienzos del siglo XIX, pero la invasión napoleónica arrinconó los cambios (más información aquí). Su sucesor, Nicolás I, olvidó por completo las tímidas intenciones de Alejandro y remarcó el carácter autocrático del imperio. Fue uno de los monarcas absolutos protagonistas de la Europa de la Restauración y de la Santa Alianza.
Rusia zarista, imagen original aquí


El nuevo zar Alejandro II inició reformas políticas y económicas. Quizás la derrota en la Guerra de Crimea ayudó a comprender que la economía rusa se estaba transformando lentamente y que las reformas eran necesarias. El sistema económico-social que hasta entonces se había estado practicando, basado en la esclavitud campesina, se suspendió en virtud de un tímido mercado de trabajo, que proporcionó las condiciones para el desarrollo de la empresa privada y de compañías públicas en diversas industrias. Pero la liberación no solucionó los problemas de los campesinos por el alto precio que tuvieron que pagar como indemnización.

Así, a principios del s. XX, la situación económica rusa era de atraso con respecto a las naciones europeas vecinas. Los campesi­nos, libres de sus antiguos señores desde 1861, vivían en sus comunas aldeanas o mirs, gobernadas por los zemstvos o asambleas locales, que los presiona­ban económicamente con impuestos. Comenzaron a aparecer, de esta manera, numerosos grupos de ideales marxistas y revolucionarios, como el Partido Social Revoluciona­rio o el Partido Social Demócrata Ruso, que tenían como líder a Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin (información sobre su labor revolucionaria aquí). Ya en la Rusia de Nicolás II, la derrota en la Guerra ruso-japonesa, unida a la masacre del llamado Domingo Sangriento, dieron lugar a la revolución de 1905, en la que se presionó al zar para la creación de un Parlamento, la Duma. Asimismo, sumado a  las carencias provocadas por la Primera Guerra Mundial y la terrible hambruna sufrida por la sociedad rusa, se desencadenaría la Revolución Rusa de 1917, que tuvo como consecuencia el derrocamiento de Nicolás y la ascensión al gobierno de Lenin.
En 1922 se fundó la URSS. Con la muerte de Lenin (1924), Stalin se impuso frente a Trotski en el gobierno, creando una República Sangrienta que duraría hasta 1991. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se trataba de un Estado plurinacional, con un partido único, el PCUS. Stalin impuso prácticamente un dictadura basada en el culto a su persona, aunque también tuvo ciertas propuestas económicas como el Plan Quinquenal, basado en la colectivización e industrialización. Más adelante, en términos de Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los alemanes atacaron la URSS con la rendición alemana en la batalla de Stalingrado (hoy Volvogrado), la más sangrienta de la historia de la humanidad con más de 2 millones de muertos. Se dice que Rusia fue vital para la caída de Alemania en la Guerra.

Así, la Segunda Guerra Mundial terminaría para dar lugar a otro conflicto silencioso, que tendría a Rusia, junto a EE.UU, como protagonista: la Guerra Fría. Pocos años después, Krushov fue nombrado secretario general en el Kremlin tras la muerte de Stalin y, frente a la creación de la OTAN como alianza militar, los países del bloque del Este firmaron el Pacto de Varsovia como acuerdo de cooperación militar en caso de ataque. En las décadas siguientes, estos dos grandes bloques mantuvieron conflictos indirectos mediante emisión de satélites, pruebas nucleares, amenazas territoriales (un artículo sobre la Crisis de los misiles en Cuba aquí).
Lenin y Stalin, imagen original aquí

Se había creado el "telón de acero" de Churchill, que dividía a Berlín y al mundo en dos bloques indirectamente enfrentados. No obstante se establecieron algunas comunicaciones, como el "Teléfono Rojo"; vigente en la actualidad, entre EE.UU y Rusia. En 1908, se celebraron lo JJ.OO. en Moscú. 64 países boicotearían los Juegos Olímpicos en protesta por la invasión soviética de Afganistán.

Con la llegada de Gorbachov al poder entre los ochenta y los noventa, se iniciaron importantes cambios y reformas en la Unión Soviética. Destaca el llamamiento de Gorbachov a la reforma económica, la Perestroika, Se inició también la retirada soviética de Afganistán, y la participación creciente de Rusia en la ONU. En noviembre del 89, caía el Muro de Berlín. Poco a poco, la democracia comenzaba a oírse entre los soviéticos, dando lugar a elecciones democráticas. En 1990, Boris Yeltsin se convierte en el primer presidente ruso democráticamente elegido. La URSS tenía los días contados.

En 1991 se produce un intento de golpe de Estado en Moscú. En diciembre, los presidentes de Bielorrusia, Rusia y Ucrania firman el Tratado para abolir la URSS y constituir la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Gorbachov hace pública su renuncia y la URSS deja de existir. Así, el gobierno liberaliza los precios, la medida más importante en el paso de una economía soviética centralizada a una economía de mercado. El rublo se desploma; los precios se disparan y empieza la crisis económica. En 1998 estalla la crisis financiera. En 1999, Vladimir Putin asciende al poder de la Federación Rusa (más información sobre la era Putin aquí), e introduce siete distritos federales como nuevo sistema de gobernanza territorial. En agosto de 2008, se produce el conflicto armado con Georgia motivado por las repúblicas secesionistas de Osetia del Sur y Abjasia. En septiembre la crisis financiera golpea a Rusia. Los precios del petróleo caen abruptamente, lo que hace que la renta nacional disminuya de manera considerable. En 2014, se produce un conflicto con Ucrania. Las fuerzas rusas invaden Crimea, que luego votará en referéndum unirse a la Federación Rusa. En diciembre el rublo comienza a caer de manera rápida perdiendo la mitad de su valor en unos pocos meses.


Putin y Trump, 2018, imagen original aquí
 La política económica de Putin ha reducido el nivel de pobreza en Rusia, pero también ha estancado los salarios y aumentado el gasto militar. 
Actualmente, la economía del país es, en buena medida, dependiente de los hidrocarburos. Según datos del atlas comercial del MIT, 60% de las exportaciones del gigante son petróleo, GLP y derivados. Estos productos representan, además, 30% de su PIB. En indicadores de desarrollo y sociales, Rusia es un país de ingresos altos, según la calificación del Banco Mundial (BM). Su PIB per cápita, ajustado por paridad de poder de compra, asciende a casi US$25.500. Una misión del FMI, tras evaluar la situación del país, subraya el gran reto de reducir el exagerado tamaño del Estado, que representa un tercio de la economía. El primer paso sería reforzar el marco institucional.

(Paula García Chamorro, L2)

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